COMENTARISTA POR UN DÍA

¡Buenas! Como ya expliqué en la primera entrada que hice relacionada con la dinámica de los roles, cada semana me toca ejercer un rol distinto, y hoy seré comentarista. Mi objetivo es comentar las entradas de cinco de mis compañeras/os de clase y reflexionar sobre el contenido que proporcionan las mismas.

¡Por cierto! Al igual que yo, vosotros también podéis comentar con total libertad mis publicaciones, estaré encantada de debatir sobre cualquier tema. Dicho esto, comenzaré con mi tarea.

Para empezar, he comentado una entrada de mi compañera Marina Álvarez, en la que ha analizado un video muy interesante que procede de la campaña #NOMOREMATILDAS que habla sobre el Efecto Matilda. Personalmente no recuerdo haber escuchado nunca este concepto, pero me alegro de que Marina haya hablado de él, pues refleja un hecho que desgraciadamente sigue ocurriendo hoy en día, aunque en menor medida.
El Efecto Matilda es no reconocer el trabajo de las mujeres en el ámbito científico, o atribuirles sus méritos a sus compañeros varones. Fue nombrado por Matilda Joslyn, y tanto ella como muchas otras mujeres de la época probablemente estaban hartas de que no se tuviera en cuenta el papel de la mujer en este ámbito. Su creación fue una excelente manera de reivindicar esta injusticia, que puede no ser de forma muy directa, pero a largo plazo ha provocado que a día de hoy cuando nos preguntan sobre un profesional de la ciencia solo se nos ocurran nombres como Newton o Darwin. Olvidamos a figuras igual de importantes como Marie Curie y otras muchas que fueron silenciadas e ignoradas, y por ello este tipo de campañas son tan importantes para concienciar a la sociedad actual.

En segundo lugar, he comentado una entrada de mi compañera Vera Blanco, en la que habla sobre los famosos challenges que han revolucionado las redes estos últimos años. En principio estos retos son simplemente una actividad de ocio para reírse y pasárselo bien, pero como pasa con todo, los extremos nunca son buenos. La obsesión por tener el mayor número de likes y seguidores en las redes sociales se ha convertido en un verdadero problema para la salud de los individuos que los realizan, ya que estos retos cada vez han ido innovándose hasta tal punto de volverse peligrosos en muchos casos. Vera expone varios de ellos, en los que se dan desde desapariciones voluntarias hasta el propio suicidio.

Estos datos deben hacer que tomemos conciencia de las acciones que llevamos a cabo por gustar a los demás y por "ser populares" a partir del contenido que subimos a las redes sociales. Aunque nos pese la presión social por destacar en todo, hay que saber encontrar un equilibrio sano, ya que hay muchas maneras de triunfar en la redes de manera segura.

En tercer lugar, he comentado una entrada de mi compañera Lucía Hernández, en la que habla sobre un tema tan importante como las relaciones personales y sus distintas variables, saliendo del típico sistema de relaciones monógamas al que están acostumbradas/os la mayoría de personas. Cada una/o tiene derecho a vivir su sexualidad sin sentirse juzgada/o y mucho menos rechazada/o socialmente, como vemos que ocurre todos los días. Es cosa de uno mismo y de nadie más el decidir qué tipo de vida quiere llevar, y eso incluye el poder elegir libremente a tu/s pareja/s sentimental/es y sexual/es.

La falta de tolerancia y la ignorancia de tantas personas en el mundo ha hecho que haya muchísima desinformación alrededor de temas como el porno o la variabilidad de las relaciones afectivo-sexuales, por lo que dedicar una entrada y exponer un caso real que seguramente le ocurra a muchas otras trabajadoras sexuales me parece que es un gran acierto por parte de mi compañera, a la que felicito por su gran trabajo.

En cuarto lugar, he comentado una entrada de mi compañera Laura Viva, en la que habla sobre un llamativo concepto, el Tiempo de Calidad. En nuestra época pocas veces nos ponemos a pensar en lo que verdaderamente nos hace felices, y aunque para algunos puedan ser los objetos materiales o los placeres mundanos, al final la mayoría cuando tenemos un mal día o estamos emocionados por algo, solemos acudir a nuestras personas de confianza, aquellas que forman parte de nuestra vida y a la que dedicamos gran parte de nuestro tiempo. 

El tiempo es algo que no se puede recuperar, por lo que disfrutarlo haciendo lo que nos apasiona y con las personas que queremos es fundamental. Para ello de vez en cuando hay que dar de lado a aquellas emociones que muchas veces obstaculizan nuestro camino, como el orgullo o los prejuicios, y vivir la vida de la mejor manera que sepamos.

Por último he comentado una entrada de mi compañera Adriana Rodríguez, en la que habla de un caso más de violencia machista. La víctima fue una chica llamada Khawla de 14 años de edad. Me gustaría decir que me sorprende mucho, pero por desgracia este tipo de crueles actos se han vuelto parte de mi vida. Adriana proporciona un vídeo como los que suelen aparecer en las noticias: madre desgarrada por el asesinato de una hija que solo quería cumplir sus sueños, disfrutar de sus familiares y amigos y vivir su vida sin hacerle daño a nadie. Sin embargo, un desconocido decide acabar con todo esto y arruinarle la vida a toda una familia.

A día de hoy me pregunto qué motiva a este tipo de personas a cometer semejantes barbaridades, pero nunca encuentro la respuesta. Solo me queda esperar a que la justicia sea tajante con este tipo de actos y a que la sociedad contribuya para que no se vuelvan a suceder más asesinatos sin sentido.


Finalizo mi papel como comentarista aquí. La verdad que mis compañeras me han sorprendido gratamente con la variedad de temas que han tratado y la información tan valiosa que me han aportado sus entradas. Dicho esto, espero que os hayan gustado mis reflexiones y si no estáis de acuerdo con algo o he cometido algún error, me lo digáis por los comentarios. 

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