¡Buenas! Comenzamos una nueva semana con otro rol distinto, esta vez cumpliré la función de crítica, que consiste en comentar una injusticia social que ocurra en la actualidad. Por ello hoy me gustaría hablaros de una noticia que nos mantiene a todos con la piel de gallina desde el día que comenzó. Se trata del conflicto armado entre Rusia y Ucrania que se inició aproximadamente el 24 de febrero de 2022, cuando las tropas rusas se adentraron en territorio ucraniano con la presunta idea de invadirlo.
A través de Internet, redes sociales y demás medios de comunicación he podido informarme un poco acerca de este tema. A continuación os pondré en contexto sobre las causas y consecuencias del mismo, ya que es un acontecimiento de gran importancia al que no debemos darle la espalda sólo porque no ocurra en territorio español, pues nos afecta a todos hasta tal punto de hablar de una "Tercera Guerra Mundial".
Esta crisis se lleva prolongando desde 2014, fecha desde la que estos dos países vienen arrastrando muchos problemas. Muy resumidamente diré que uno de los últimos problemas fue causado por unas demandas hechas por Rusia en las que solicitaba una disminución de las tropas y el equipo militar de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que se encontraban en Europa del Este. Además, mantenía una promesa con Ucrania en la que acordaron que este no se uniría a la OTAN. Tras hacer las demandas, Rusia amenazó con una respuesta militar si no se cumplían. Ante estas demandas la OTAN dio una respuesta negativa, y el 24 de febrero el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, comenzó una operación militar para invadir Ucrania. Desde entonces ha habido multitud de ataques por todo el territorio, causando muchísimos heridos y provocando la muerte de ciudadanos inocentes que intentaban huir de la tragedia que supone esta guerra.
Tras esta breve introducción, me gustaría insertar una frase que vi hace poco mientras navegaba por mis redes sociales que creo que explica muy bien la realidad que estamos viviendo: "La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan".
Tras aportar varios datos acerca de este conflicto, me gustaría centrarme en un tema concreto. Este conflicto ha provocado que la mayoría de residentes de Ucrania tenga la obligación de marcharse del país, abandonando su casa y sus pertenencias y en muchos casos incluso a familiares y amigos. El camino para lograr escapar del país no es una tarea fácil, ya que los medios para hacerlo son escasos y costosos. Las personas que consiguen llegar a las fronteras lo hacen con la ilusión y la esperanza de poner sus vidas y las de sus familias a salvo, sin embargo, incluso en este punto hay ciertas dificultades.
El jueves 24/02/2022 en clase de TIC nos hicieron saber que en esta crisis que tantos heridos y fallecidos se está cobrando hay espacio para otra injusticia más: el racismo. La verdad que yo desconocía este dato, pero me parece increíble que ante toda esa incertidumbre y terror se den casos de este tipo. Entre mis compañeras Aitana, Victoria, Raquel, Laura y yo buscamos información sobre este tipo de situaciones en varias páginas web y periódicos como Swissinfo.ch, HuffPost, France 24, El Nacional y BBC New para así poder comparar qué dicen y cómo las describen.
Tras leer todas las noticias que nos aportan los diferentes medios llegamos a una conclusión, y es que no todas las personas que intentan huir de Ucrania tienen las mismas oportunidades, pues los ucranianos tienen preferencia al resto de personas. Esto quiere decir que las personas de otras nacionalidades son discriminadas en las fronteras, impidiendo que suban a los medios de transportes pertinentes para poder huir a otros países o negando ayudas de otros tipos. Las autoridades fronterizas niegan ese trato discriminatorio, sin embargo, en estas páginas que encontramos hay declaraciones de personas (sobre todo africanas/os) que afirman haber sufrido ese maltrato.
Esta información fue recibida por varios gobiernos africanos, quienes han mostrado una actitud de rechazo total antes estos injustos hechos. Afirman que no se debería tener en cuenta ni ahora ni nunca la nacionalidad de las personas, y más ante un conflicto de este calibre en el que el único objetivo es huir.
Además de obstaculizar el paso en la frontera, también se denuncia racismo en las operaciones de refugio y acogida, demostrando los privilegios que tienen los ucranianos frente a las personas de otras nacionalidades que también residían en Ucrania y que se encuentran en las mismas condiciones.
Los gobiernos deberían ser conscientes de que estos tratos racistas deben ser rechazados en su totalidad, pero muchos políticos ucranianos miran hacia otro lado y lo niegan todo. Otros, como el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados asegura que "No debería haber absolutamente ninguna discriminación entre ucranianos y no ucranianos, europeos y no europeos". Por el lado digital, en varias redes sociales se ha hecho viral el hashtag #AfricansinUkraine, que denuncia el racismo que reciben los africanos al llegar a las fronteras.
Tras analizar tantos datos mi opinión es firme, ante el racismo debemos tener cero tolerancia. La empatía en estos momentos es crucial porque las personas que están viviendo ese infierno no merecen que se les ponga ningún tipo de obstáculo, al revés, ahora más que nunca necesitan ayuda y apoyo.
Espero que la situación que viven tantos africanos acabe y puedan regresar a sus hogares sanos y salvos, ya que si nosotros estuviéramos en su lugar no nos gustaría que nos trataran diferente solo por nuestro color de piel o nuestra nacionalidad.
Aquí finalizo mi papel como crítica, espero que os haya gustado mi visión sobre este tema.
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