EGOÍSMO: ¿NECESARIO O INNECESARIO?

¡Buenas! Esta semana os traigo un tema un tanto peculiar que curiosamente suele ocasionar polémicas por llevarlo al extremo, y como todas/os sabemos, nada en extremo es bueno ni sano, y eso es lo que me gustaría tratar con esta entrada.

Hace un tiempo me puse a pensar hasta qué punto los seres humanos somos egoístas, ya que en mi día a día veo multitud de hechos que confirman que, efectivamente, somos los individuos más egoístas que viven en el planeta. Sin embargo, esta entrada no se centrará en el egoísmo que reflejamos en todos los aspectos, tanto con las demás personas como con el resto de seres vivos, si no que se centrará en ese egoísmo más emocional que personalmente creo que llega a ser necesario. A continuación os mostraré un vídeo que explica de forma más clara a qué quiero referirme.

En primer lugar la mayoría estaremos de acuerdo en que los padres y las madres siempre educan a sus hijos de forma que el egoísmo no sea precisamente por lo que más se destaque, al revés, no es una cualidad bien vista por lo que todas nuestras acciones se basan en, al menos, procurar que no nos clasifiquen como una persona egoísta.

Si de primeras te explican lo que significa este concepto probablemente estés de acuerdo en que es algo malo que se centra únicamente en el interés propio y a lo que se debe recurrir más bien poco. Ya lo dijo Hobbes: "El egoísmo pone a los hombres en desacuerdo consigo mismo al crear un hambre que no puede satisfacerse". Las personas quieren que te vaya bien pero no mejor que a ellas (síndrome de Procusto, rechazo hacia las personas que sobresalen e incapacidad de aceptar las virtudes ajenas), y ahí nace ese egoísmo tan negativo que todos conocemos, el que resta y no aporta nada bueno.

Sin embargo...¿hasta qué punto es necesario el egoísmo en la vida? ¿hay reglas no escritas que deberíamos conocer? Para mí la frase clave del vídeo es: a veces viene bien ser más egoísta

Tal y como dice el vídeo nadie te dice que para estar bien en muchas ocasiones hay que ser algo egoísta y mirar más por uno mismo que por los demás. Desde pequeños intentamos cumplir las expectativas que las personas esperan de nosotros, desde estudiar lo que les parece más conveniente a nuestros padres hasta bloquear de todos lados a nuestra expareja para poder sanar sabiendo que eso puede afectar en su propio proceso.

Pienso que es muy importante aprender a ser ese tipo de personas que sabe cuándo van los demás primero y cuándo es más importantes uno mismo. Hay que saber atender nuestras propias necesidades primero para después poder atender a las de los demás de la mejor manera que nos sea posible, porque aunque suene algo egoísta, es un hecho. Si nos encontramos mal (anímicamente, económicamente, emocionalmente, por ejemplo) es probable que al intentar ayudar a otra persona no des tu 100% o los resultados no sean los mejores.

Captura del vídeo

Uno de los objetivos más perseguidos por el ser humano es el bienestar tanto físico como mental, y el anteponer siempre las necesidades ajenas a las nuestras no mantiene ese equilibrio, pues al final las emociones nos sobrepasan y respondemos de forma negativa. Como señala el vídeo ese enfado no tiene por qué ser con los demás, sino que puede ser con uno mismo por no saber manejar ciertas situaciones provocadas por no ser lo suficientemente egoísta.

Tras explicar esa otra cara del egoísmo, el necesario, se plantean varios ejemplos en los que ponerlo en práctica. Aunque sean situaciones muy comunes, tienen un trasfondo verdaderamente importante. El agenciarte un trozo de pizza antes de pasársela a tus amigos, responder más tarde a una llamada si estas ocupada o saber decir "no" a planes que no apetezcan no es ser una persona egoísta, es simplemente priorizar lo que para ti es importante y organizar tus ideas, ya que no siempre hay que estar pendiente de satisfacer las necesidades de los demás si además eso conlleva un sufrimiento personal.

Y hasta aquí mi entrada semanal, no es un tema del que se hable demasiado pero precisamente yo creo que los pequeños cambios son los que al final marcan la diferencia. Vivir y dejar vivir desde el respeto es la forma más plena de desarrollarnos como buenas personas. Los prejuicios siempre van a estar ahí y siempre te van a juzgar, por lo que mirar de vez en cuando por nuestro propio interés no es del todo malo siempre y cuando eso no afecte en exceso a las personas que nos rodean.

¡Un saludo!

Comentarios

  1. Buenas Laura!! Tras visualizar el video y leer tu entrada, coincido contigo y creo que en ocasiones debemos de “ser egoístas” para atender a nuestras necesidades y buscar nuestro bienestar. No siempre debemos de fijarnos en los demás, porque puede que hagamos cosas que en realidad no deseemos, pero tampoco únicamente en nosotros mismos. Hay que encontrar el equilibrio entre ambos extremos.

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    1. Efectivamente los extremos no son sanos en ningún contexto, y menos en este, pues además de poder dañarnos a nosotros mismos siendo poco egoístas (la ansiedad que genera el intentar satisfacer las necesidades de todo el mundo es muy perjudicial), podemos dañar a las personas que nos rodean (quienes probablemente no merezcan ese comportamiento), siendo demasiado egoístas y cayendo en el error de no saber mantener ese equilibrio que mencionas. Aunque cueste, hay que procurar encontrarlo.

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  2. ¡Hola Laura! Un tema muy bien elegido y tristemente muy poco comentado. Estoy totalmente de acuerdo con el vídeo y lo que comentas. Nos cuesta mucho ponernos límites a la hora de satisfacer las necesidades de los demás por no llegar a esa palabra que tanto rechazo nos provoca, pero muchas veces, como bien dices, es necesario. Al no ser capaz de pararte y ponerte por un segundo a pensar en lo que tú necesitas, hace que se te cargue la espalda con tantas cosas que pueda estallar y tener consecuencias peores. Además sí que es muy importante estar bien con uno mismo para poder prestar ayuda a los demás. Si cuidarse es ser egoísta, seamos todos egoístas, el bienestar personal es algo que deberíamos tener siempre presente.

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    1. ¡Hola Vera! Celebro tu última expresión pues, además de correcta, me parece valiente. No todo el mundo está dispuesto a mostrar la necesidad de adoptar conductas egoístas por miedo a que la propia sociedad, llena de prejuicios, te reproche esas acciones. No siempre nos tenemos que conformar con lo que recibimos, debemos ser críticos con lo que nos rodea y saber identificar qué queremos y no en nuestra vida. Esa selección de prioridades no nos hace ser personas egoístas, siempre y cuando no caigamos en esa parte perjudicial que abarca este término.

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