EL SEXO: ANTES VS. AHORA

¡Buenas! Mi entrada semanal la dedicaré a hablar sobre la diferencia que hay en la concepción del sexo en èpocas anteriores y en la actualidad. La sexualidad en general siempre ha sido considerado un tema tabú, pero hoy trataré de derribar algunas de las fronteras que hay respecto al tema.

A lo largo de la vida estamos expuestos a estímulos que despiertan ese deseo sexual (líbido) que caracteriza a tantos seres vivos, sin embargo, los seres humanos ya no mantienen relaciones sexuales únicamente con un fin reproductivo. El deseo sexual se manifiesta de muchas formas distintas, pero hasta hace poco (sigue ocurriendo) muchas de esas maneras de expresarlo eran muy mal vistas. Actualmente existe un ámplio abanico de posibilidades, y según en qué país te encuentres o qué mentalidad tenga la persona con la que hables, está mejor visto o no. En España, en comparación con otros lugares, se ha evolucionado mucho en este aspecto, pues aunque siga habiendo muchas dificultades y prejuicios cada vez hay más libertad y variedad.

A pesar de esos avances, que aunque parezcan escasos han sido fundamentales, el objetivo de esta entrada también es dar visibilidad y sonoridad a estas injusticias y fomentar su eliminación y la empatía frente a las personas afectadas. El problema no recae solo en las personas que son o han sido agredidas tanto física como psicológicamente por mantener relaciones sexuales fuera de lo considerado "normal", es decir, pareja monógama heterosexual. Esta falta de libertad sexual es problema de todos y cada uno de nosotros, ya que aunque no se sufran directamente las consecuencias, dejar que ocurra refleja lo antigua y retrógrada que sigue siendo la mentalidad humana.

Para ver las diferencias que he mencionado al principio me gustaría que veais este experimento social que realizó "El Hormiguero". Se trata de un encuentro entre un grupo de ancianos de más de 90 años con otro grupo de jóvenes de 20 años, en el que se muestra perfectamente el cambio radical de mentalidad que ha habido a lo largo del tiempo.

Las personas mayores muestran una gran sorpresa al saber la gran cantidad de personas con las que se mantienen relaciones sexuales actualmente, ya que en su època esas cifras eran casi inconcebibles. Su manera de entender el amor, la fidelidad y la identidad de género es muy diferente a la de los jóvenes, pues se criaron en un contexto en el que apenas existían esas opciones, y si por casualidad se daba una conducta fuera de lo "normal" se castigaba social y penalmente. 

Las personas mayores coinciden en que solo han estado con una sola persona, mientras que los jóvenes cuentan entre 20 y 40 personas, pues para ellos estar con la misma persona casi toda la vida es privarse de probar otras experiencias y están totalmente de acuerdo en poder tener más de una pareja. Para ellos la idea del matrimonio ya no es una necesidad, y niegan que sea uno de sus planes de futuro. También se introduce el término "género no binario", es decir, no sentirse identificado ni con ser hombre ni con ser mujer, algo totalmente nuevo a inexplicable para los ancianos. Por otro lado, uno de los jóvenes señala tener 32 años y estar soltero, algo abrumador para los ancianos pues a esa edad ellos ya estaban casados y con hijos. Además hablan sobre el poliamor y el intercambio de parejas, pero los ancianos lo ven como una infidelidad. Finalizando hablan sobre la homosexualidad y cómo identifica uno de los ancianos la orientación sexual porque un chico está maquillado, un acto que ellos automáticamente relacionan con las mujeres. Por último los abuelos conocen a un famoso actor porno, quien se ha acostado con multitud de personas teniendo una pareja estable, algo inédito para ellos.

Como podemos ver hay evidentes diferencias entre la concepción del sexo entre generaciones, tanto en la variedad de orientaciones sexuales como en los gustos al tener sexo. Antiguamente se buscaba formar una familia cuanto antes (a veces por obligación o conveniencia, sin haber realmente un sentimiento de amor por la otra persona) y solo se mantenían relaciones sexuales con la persona que te casabas. Las parejas eran en su gran mayoría heterosexuales, y cualquier cosa fuera de la norma era duramente criticada. Por suerte, ahora hay mucha más libertad que antes, aunque en varios países la situación es extremadamente rígida. Según una publicación de EL PAÍS, en Mauritania, Emiratos Árabes, Catar, Pakistán y Afganistán las relaciones homosexuales son castigadas con penas de muerte.
Fuente: periódico EL PAÍS
Tras ver estos datos tan actuales está claro que la sociedad sigue necesitando un cambio, y aunque nuestros mayores tengan una ideología distinta a la nuestra, podemos cambiar la de las futuras generaciones y hacer del mundo un lugar seguro para mantener relaciones de cualquier tipo con la persona que queramos.

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