TU ANSIEDAD Y TU

¡Buenas! Como bien has leído en el título esta semana mi entrada la dedicaré a hablar sobre la ansiedad y a exponer algunos datos.

La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes en la sociedad actual. Se trata de una reacción común ante situaciones que escapan de nuestro control y consideramos que son una amenaza. Al enfrentar situaciones que generan un cierto grado de estrés psicológico, la ansiedad puede provocar respuestas positivas y negativas. Existe la ansiedad “buena”, cuando es de baja intensidad y la moderamos de forma que sea una herramienta para superar o evitar riesgos (miedo a cruzar una calle llena de coches sin mirar, evitar asomarse a un precipicio, querer mejorar en algunos aspectos de la vida, etc), y la ansiedad “mala”, cuando impacta de manera intensa y exagerada en nuestra vida cotidiana imposibilitando la realización de algunas actividades (miedo a hablar en público, bloqueo al hacer un examen).
Fuente: pixabay

La ansiedad es algo normal y cumple muchas funciones vitales para el ser humano, pues está sometido a constantes cambios y debe tomar decisiones permanentemente. Sin embargo, es importante saber gestionarla para que no nos consuma y nos condicione de forma negativa. Si esto ocurre hay que empezar a considerarla un problema, o mejor dicho un desorden, en cuyo caso se necesitaría la ayuda de un profesional. A pesar de que puede activar nuestro sistema de supervivencia y protegernos de algunas situaciones, puede volverse dañina si se activa ante peligros inexistentes.

La ansiedad se considera un trastorno cuando sucede en momentos en los que no debería darse, ocurre con mucha frecuencia y la intensidad y la duración del problema interfieren negativamente en el día a día.

Las causas de los trastornos de ansiedad son variados, ya que las personas están expuestas a multitud de factores de riesgo (ambientales, genéticos, médicos, psicológicos, etc):

- Traumas: Sufrir maltratos, abusos o presenciar eventos traumáticos durante la infancia puede desencadenar un trastorno de ansiedad en algún momento de la vida. Los adultos que soportan este tipo de actos también pueden manifestarlos.
- Padecer una enfermedad: Tener un problema de salud conlleva estar constantemente preocupado acerca de lo que pasará en un futuro y si el tratamiento que se lleva a cabo será efectivo. Esa constante preocupación puede provocar una alta ansiedad desproporcionada.
- Acumular estrés: La acumulación de pequeñas situaciones estresantes, como la organización de un evento, la presentación de un trabajo o la muerte de un familiar puede acarrear una ansiedad excesiva.
Padecer otros trastornos mentales: Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, suelen manifestar un trastorno de ansiedad.
- Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad: La genética también influye a la hora de generar un trastorno de ansiedad, ya que son hereditarios.
- Consumir drogas: El consumo de sustancias tóxicas para el organismo o alcohol pueden causar o empeorar la ansiedad.

Al haber tantos factores, los desencadenantes y los síntomas varían según el tipo de trastorno de ansiedad que se tenga. Los más comunes de padecer son los siguientes:

    Trastorno de ansiedad generalizada:
Preocupación excesiva ante muchas situaciones (trabajo, colegio, salud, futuro…) durante un periodo prolongado de tiempo (varios meses). No es muy intensa, pero al ser tan continua cualquier factor mínimamente estresante puede llegar a provocar una gran ansiedad.

    Trastorno de pánico:
Ataques de pánico que conllevan una gran ansiedad, pues son inesperados, recurrentes y de duración breve. Provoca síntomas físicos muy intensos, como dolor en el pecho, debilidad, dificultad para respirar, mareos, rápidas palpitaciones, etc. Coloquialmente lo llamamos “ataque de ansiedad” y es bastante común experimentar alguno a lo largo de la vida. Se da más en las mujeres que en los hombres.

    Fobias:
Temores intensos hacia situaciones o cuestiones específicas (como las alturas, los animales, los espacios reducidos, los medios de transporte, el contacto con el exterior, etc) que realmente no son realmente peligrosas, es decir, es un miedo demasiado exagerado e irracional respecto al supuesto peligro en sí. Las personas que padecen alguna fobia toman cualquier medida para mantenerse lejos de aquello que les causa tanto pánico.

    Trastorno obsesivo-compulsivo:
La ansiedad se manifiesta en obsesiones (pensamientos, ideas, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que causan preocupación) y compulsiones (conductas repetitivas con las que se intenta aliviar la ansiedad que causan esos pensamientos negativos) muy frecuentes. Las personas que lo padecen buscan controlarlo todo para conseguir cierta seguridad, lo inesperado o imperfecto no es agradable. Al realizar esas acciones sienten una tranquilidad que es temporal, ya que al poco tiempo vuelven a producirse esos pensamientos.

    Trastorno de estrés post-traumático:
Es provocado por la vivencia de acontecimientos que resultan traumáticos (guerra, catástrofe natural, maltrato, accidente grave, etc) por el gran impacto emocional que producen. La experiencia es tan aterradora que se tienen pesadillas perturbadoras y recuerdos involuntarios acerca de lo que ocurrió, y ese temor no cesa por lo que las personas que lo sufren siempre están preocupadas.

En este vídeo se pueden identificar algunos síntomas de los trastornos explicados, sobre todo del trastorno obsesivo-compulsivo. A lo largo del vídeo se van sucediendo diferentes situaciones pero llega un instante en el que se genera un pensamiento negativo que persiste y convence al sujeto de que algo va mal. Le hace pensar que ha dejado la plancha encendida aunque él asegura que haberla apagado, que unas desconocidas se ríen de él, que come muy poco aunque su peso sea ideal, que padece una enfermedad grave por toser una sola vez, etc. Al final el personaje deja de vivir con normalidad su vida y pasa a hacerlo con miedo, pues su ansiedad le provoca un malestar increíble.

Antes de finalizar me gustaría mencionar un programa llamado "SALVADOS", concretamente un capítulo llamado "Generación ansiedad". En él se exponen varios datos numéricos sobre los problemas de salud mental que padecen los jóvenes en la actualidad y habla de la supuesta "generación de cristal". También se les hace una entrevista a la cantante Amaia Romero y al actor Jaime Lorente sobre sus experiencias con la ansiedad, además de aportar el duro testimonio de dos estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid (la única universidad española que tiene un servicio de atención a la salud mental para sus estudiantes llamado PsiCall) que sufren ansiedad desde hace bastante tiempo.

Para mí los problemas de salud mental son tan importantes o más que los problemas físicos, ya que son más complicados de diagnosticar y suelen pasarse por alto o no darle la importancia que verdaderamente merecen. Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido ansiedad, en mayor o menor nivel, pero todos hemos sentido esa punzada en el pecho y esa falta de aire característica. Nuestra generación y las futuras generaciones están cargadas de prejuicios y de presiones sociales que lo único que hacen es intoxicarnos, por lo que está en nuestras manos intentar reducir el impacto que esto pueda causar. Es fundamental visibilizar y normalizar este tipo de problemas mediante diferentes formas, como la charla que os he mostrado, pues aunque no lo creáis pueden proporcionar el impulso que necesitan algunas personas para "salir del hoyo" en el que las ha metido la ansiedad.

Y vosotras/os, ¿pensáis que hemos avanzado respecto a la conciencia que se tiene sobre los problemas de salud mental, y en concreto con la ansiedad?

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